Hola a todos soy Ruth, muchas personas ya me conocéis y sabéis que a menudo os aconsejo rituales para mejorar, limpiar o desbloquear situaciones que os alteran o bloquean en distintos niveles de la vida.
Me gustaría transmitiros unas pautas que son tan necesarias como el ritual en sí, ya que es indispensable la comprensión de lo que hacemos y de qué manera, para lograr no sólo nuestros objetivos, sino que en el camino, aprendamos y mejoremos como personas.
Lo primero a tener en cuenta es la conciencia de lo que somos. Una parte materia, en la cual existe nuestra parte cerebral, química y neuronal. Otra es nuestra parte energética, dónde reside nuestra
capacidad proyectiva y nuestra espiritualidad. Cada uno tiene sus creencias, culturas y fe, pero en todos reside una conformación común de qué estamos hechos y no puede existir la una sin la otra.
Podemos tener una gran intuición, una gran fuerza, pero si nuestro cuerpo está alterado o nuestra mente intranquila, es mucho más difícil encontrar un camino para proyectar nuestra energía.
Es muy importante que cada vez que hacemos un ritual, nuestra predisposición sea de relajación y equilibrio, así como tener conciencia que no es un juego y necesitamos de tiempo y conocimiento a parte de concentración y dedicación para que sea efectivo.
Pautas efectivas
Antes de empezar un ritual es necesario limpiarse, tanto físicamente como energéticamente. Es necesario bañarse con unas gotas de romero acompañado de un incienso limpiador tipo: ruda, mirra o sándalo. No hace falta que el baño tenga muchas mezclas ni componentes, simplemente sumergirse en el agua, respirando relajadamente, inspirando con lentitud, visualizando cómo este aire que inhalamos es una luz que nos recorre. Va accediendo a nuestro cuerpo y al exhalar, visualizar que lo malo o bloqueado se expulsa. Es recomendable dejarse secar al aire y vestirse de color blanco.
Antes de encender una vela se necesita consagrarla con aceite, de almendras dulces o de oliva virgen es suficiente. Para atraer: Ungir, untar de la mecha hacia la base. Para alejar: de la base hacia la mecha.
De igual manera se tienen que contemplar las fases de la luna. Para atraer: desde tres días después de la Luna nueva y hasta un día antes de la Luna llena cuando las energías están sin control. Para rechazar: desde un día después de la luna llena y hasta un día antes de la luna nueva.
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La magia consiste en utilizar los elementos del cosmos a través de nuestra propia energía para influir en los acontecimientos modificándolos a nuestro favor.
Todos los rituales comienzan por la preparación del espacio y de los objetos que se van a utilizar.
El lugar debe estar limpio sin cosas alrededor desordenadas. Es importante purificar el espacio con campanas o diapasones. Se tiene que colocar un mantelito blanco o con símbolos esotéricos como soles,
lunas, pirámides, poner flores, crisantemos, claveles blancos y un vaso de agua para elevar la vibración.
Si es necesario, utilizar cuarzos en el ritual. Antes de llevarlo a cabo se tienen que limpiar a sol y serena en un vaso con agua y sal.
Las velas y el incienso siempre se tienen que encender con una cerilla de madera y nunca tenemos que apagar una vela una vez que está encendida.
Cuando ya se consumió una vela para el propósito deseado, deben usarse otras como refuerzo y encenderlas por periodos de tiempo impares, como una, tres o cinco horas o días.
Cuando se usa una vela, los demás elementos se colocan en triangulo a su alrededor. Cuando se usan tres velas los cuarzos, semillas y talismanes, se ponen en medio con objeto de “velarlos”.
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Las velas preparadas para un propósito no pueden usarse para otro. El humo del
incienso eleva las peticiones hacia el Cosmos y representa los elementos tierra, fuego y aire. Los aceites consagrados refuerzan el poder del ritual.
Al terminar el ritual se recogen los restos de la vela y se guardan en una bolsa de estraza para enterrarlos devolviendo a la tierra lo que le pertenece. Los cuarzos, semillas, talismanes y amuletos que “veló”, se guardan en una bolsita de tela y se mantienen cerca, en el bolso, por ejemplo.
El pensamiento es fundamental para mantener la proyección en el ritual. Nunca se tiene que pensar con angustia en el motivo del ritual. Por ejemplo, no piense que no va a conseguir novio o que no tiene dinero para pagar una deuda, porque revertirá el objeto del ritual, volviéndolo inútil. Los pensamientos positivos refuerzan el resultado.
Los negativos obstaculizan las soluciones.
El pensamiento tiene que ser consciente de lo que verdaderamente se necesita y dejar abierta la posibilidad de que venga “lo que sea para nuestro bien” con una actitud alegre y “sana” sin dejar que nuestra mente sea seducida por pensamientos de fracaso o imposibilidad de viabilizar nuestra petición.
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Que vuestros rituales sean propicios y os ayuden en vuestras metas.
